Una petición de la Unión Europea que exige a los editores que mantengan la jugabilidad de los juegos en línea después del cierre de servidores está ganando terreno. La iniciativa, que aspira a conseguir un millón de firmas, ya ha superado su umbral en siete países de la UE.
Los jugadores de la UE respaldan los derechos de jugabilidad
Casi el 40% de la meta lograda
La petición "Stop Destroying Video Games" ha conseguido el número necesario de firmas en Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Países Bajos, Polonia y Suecia, superando en algunos casos las expectativas. Esta impresionante muestra representa 397.943 firmas, un sustancial 39 % del objetivo de un millón de firmas.
La petición, lanzada en junio, aborda la creciente preocupación de que los juegos no se puedan reproducir una vez finalizado el soporte oficial. Aboga por una legislación que exija a los editores garantizar la funcionalidad continua de los juegos en línea, incluso después de los cierres planificados. La petición pide explícitamente impedir que los editores desactiven juegos de forma remota sin ofrecer alternativas razonables para mantener la jugabilidad.
Como establece la petición, los editores deberían estar obligados a mantener el estado funcional de los juegos vendidos o licenciados dentro de la UE. Esto combate directamente la práctica de hacer que los juegos no se puedan reproducir mediante el cierre del servidor.
La petición destaca el controvertido cierre de The Crew de Ubisoft, un juego de carreras de 2014 con más de 12 millones de jugadores. La decisión de Ubisoft de cerrar servidores en marzo de 2024, citando problemas de infraestructura y licencias, provocó indignación e incluso acciones legales en California. Este incidente subraya el argumento central de la petición: los jugadores merecen acceso continuo a los juegos que han comprado.
Si bien la petición aún requiere un número significativo de firmas para alcanzar su objetivo, los ciudadanos de la UE en edad de votar tienen hasta el 31 de julio de 2025 para sumar su apoyo. Si bien los ciudadanos de fuera de la UE no pueden firmar, pueden ayudar promocionando la petición entre sus redes.