Mucho antes de convertirse en el arquitecto narrativo de Valve detrás de Half-Life, Marc Laidlaw escribió "400 Boys" a los 21 años en 1981. Esta joya cyberpunk apareció por primera vez en la revista Omni antes de alcanzar mayor reconocimiento en la influyente antología Mirrorshades de Bruce Sterling. Irónicamente, Marc señala en su sitio web que este trabajo temprano puede haber llegado a más lectores que cualquier otra cosa que haya escrito, excepto posiblemente sus textos estacionales para Dota 2.
Un renacimiento postapocalíptico
Más de cuatro décadas después, la visión distópica de Laidlaw resurge en Love, Death + Robots de Netflix. Dirigido por el ganador de un Emmy Robert Valley (conocido por su trabajo en Zima Blue e Ice), el episodio transforma el relato de pandillas rivales de Laidlaw en un impresionante cortometraje animado que cuenta con las habilidades vocales de John Boyega.
"La idea literalmente me vino mientras caminaba junto a carteles de conciertos", recuerda Marc. "Todos esos nombres de bandas me fascinaban: quería crear algo con esa misma energía. Las pandillas se convirtieron en mi escape para la creatividad de nombres".
Este inesperado renacimiento se remonta a conversaciones fallidas con Tim Miller de Blur Studio hace 15 años. Después de que el proyecto se estancara, Marc notó la participación de Miller en la aclamada adaptación de Love, Death + Robots del relato de J.G. Ballard The Drowned Giant. "Eso demostró visión real", comenta Marc.
Evolución creativa
Desde que dejó Valve en 2016 –lo que humorísticamente llama "jubilarse demasiado duro"– Marc ha abrazado nuevas salidas creativas. "El panorama editorial cambió drásticamente mientras hacía juegos", reflexiona. Incapaz de desarrollar títulos en solitario, se ha vuelto hacia la composición musical, encontrando audiencias inesperadas a través de material de archivo de Half-Life.
El reciente documental de Half-Life resultó inesperadamente catártico. "Ayudó a cerrar ese capítulo", comparte Marc. "Reencontrarme con antiguos colegas fue terapéutico: la mayoría también ha seguido adelante".
Aunque abierto a oportunidades de escritura para juegos ("Kojima sabe dónde encontrarme"), Marc reconoce que las percepciones de la industria no coinciden con la realidad. "La gente imagina que entregaré muros de texto, pero la fuerza de Half-Life estaba en su moderación". Las ofertas recientes para narrativas de juegos móviles no le han atraído.
Cerrando el capítulo de Valve
Cuando se le pregunta sobre una posible participación hipotética en Half-Life 3, Marc es definitivo: "Ese barco ya zarpó". Reconoce la necesidad de nuevas perspectivas. "No puedes tener a la vieja guardia constantemente diciendo 'El G-Man no haría eso'". Alyx demostró que nuevos equipos pueden honrar el legado mientras innovan".
A los 63 años, Marc asume su papel como custodio de creaciones pasadas más que como desarrollador activo. "400 Boys representa una vida diferente", reflexiona. Su adaptación en Netflix demuestra cómo trabajos tempranos pueden encontrar segundas oportunidades sorprendentes, tal vez presagiando futuras adaptaciones de sus creaciones de la era Valve.
"He tenido suerte de navegar estas olas culturales", reflexiona. "Primero el surgimiento del cyberpunk, luego la explosión de Half-Life. ¿Y ahora ver esta historia escrita a los 21 años convertida en animación? Ha sido todo un viaje".